Capítulo 41
Patricia ya estaba preocupada, pero cuando vio a Pascual rendose, se enojo de repente y levantó la voz “Pascual, cállatel¿Crees que soy tonta? ¿Crees que te hubieras desmayado si el problema fuera pequeño? Te dije que no bebieras mucho y no lo tomaste en serio Si vuelves a hacerlo, te ignorant
Era la primera vez que Pascual vela a Patricia asi, y parecía más una madre regañandolo
Por alguna razón, en lugar de sentirse avergonzado delante de su secretario, Pascual sintió que el dolor disminuía un poco
“Entendido, tendre cuidado la próxima vez“, dijo Pascual en voz baja
Ante la actitud de Pascual, Patricia no sabia que decir. No era una mujer irrespetuosa, al contrario, sabia cuando dar la cara por un hombre Al verlo sudar, no pudo evitar limpiarte la frente con su manga y le dijo a Juan: “Juan, por favor, acelera“.
Juan, quien conducia, estaba impactado por la interacción entre los dos. Nunca antes había visto a su jefe ser tratado de esta manera Pero al oir lo que dijo Patricia, acelero.
Patricia se tenso instintivamente, y aunque trató de controlarse, Pascual lo notó. Ella estaba a punto de morderse el labio, y Pascual apreto su mano un poco más. Le dijo a Juan: “Estoy bien, baja la velocidad, la seguridad es lo primero“.
“Manten la velocidad“, dijo Patricia también.
“Pati, en seno estoy bien”
“Yo también estoy bien, Juan, hazme caso“, dijo Patricia con firmeza. A veces, era terca.
Juan habia estado trabajando con Pascual durante muchos años y sabia que en momentos importantes, debía escuchar a Patricia. Asi que aceleró, y la mirada de Pascual hacia Juan cambio.
Patricia también lo notó y le echó una mirada a Pascual. “Fue mi idea“, dijo.
Pascual le sonrió a Patricia y dijo: “Entonces te escucharé“.
Hay que admitir que Pascual era guapo, incluso estando enfermo no perdía su encanto. Patricia giro ligeramente la cabeza.
Cuando llegaron al hospital, Pascual fue llevado a la sala de emergencias y le hicieron radiografias. Resultó que tenia una úlcera gástrica aguda severa, si hubiera llegado un poco más tarde, podria haber perforado su estómago. Al oir estas palabras, Patricia se puso palida. Aunque no sabia la gravedad de la enfermedad, podia entender algo por el nombre. ¿Qué pasaría si el estómago se rompiera?
“Debe haber tenido estos sintomas durante varios años. Debe evitar el alcohol, y especialmente no mezclar diferentes tipos de alcohol, eso daña mucho el estómago. No importa qué tan joven sea, no puede maltratar su cuerpo asi. El estómago es algo que hay que cuidar con delicadeza, una vez que se daña, es difícil recuperarse“, dijo el médico a Patricia.
Patricia no dijo nada, pero estaba enojada por dentro. No habia duda de que su cuerpo había sido arruinado por el trabajo. Su madre habia dicho antes que a menudo volaba por todo el mundo por razones de trabajo y que no regresaba a casa durante seis meses. No era dificil imaginar to irregular que debía ser su dieta, de lo contrano, no se habria maltratado tanto.
Al ver que Patricia no respondía, el médico continuó: “Tendrás que prestar mucha atención a su dieta“.
“Si, esta bien. Gracias doctor“, dijo Patricia
Después de que Pascual fue ingresado en el hospital, lo trasladaron a una habitación normal. El médico sugirió que se quedara unos días en observación, por precaución. Patricia no regresó a la habitación hasta después de completar los trámites de admisión, y Pascual ya estaba dormido. La mano que había estado sosteniendo su estómago se había relajado, lo que indicaba que el dolor habia disminuido
Patricia suspiro aliviada y, al ver a Juan en la puerta, no pudo evitar preguntar. “Juan, ¿qué pasó hoy?”
Juan explicó directamente que habían tenido problemas con un cliente difícil y que el Sr. Leyba se habia visto obligado a mezclar vino tinto y blanco y beber varias copas.
Patricia frunció el ceño ligeramente. “¿Suele haber muchas situaciones como esta?”
Juan nego con la cabeza: “En realidad, no hay muchas situaciones como esta. Hoy en día, nadie en el país se atreve a animar al Sr. Leyba a beber El cliente de esta noche era extranjero, y el representante que envió a negociar tenía ciertos desacuerdos personales con el Sr. Leyba. Aprovecharon la oportunidad para emborracharlo, pero seguramente tampoco les irá bien cuando regresen. Sus jefes tampoco se atreverian a tratar mal al Sr. Leyba”
Dada la posición actual del Grupo Leyba, hay muchas empresas que quieren trabajar con ellos. Temian perder recursos, por lo que el Sr. Leyba había sido complaciente con el cliente, pero en realidad era porque su jefe se sentia mal por dentro. Juan, por supuesto, no le diría esto a Patricia
Sin embargo, Patricia no se dejó engañar fácilmente y funció el ceño: “Pascual no es tonto, ¿pasó algo más esta noche?”
Al encontrarse con la mirada de Patricia, Juan se sintió un poco incomodo: “No estoy seguro de los detalles“. Decidió hablar menos, ya que no sabia cuánto sabia Patricia sobre el pasado del Sr. Leyba
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Capitulo
Al ver la vacilación de Juan, Patricia entendió que había cosas que no podia saber Asintió y, al ver que no había nada mas que hacer, le dijo que se fuera Juan, gracias por todo esta noche Puedes irte, yo me quedaré aqui con él
“Bueno, entonces me voy“, dijo Juan antes de salir
Después de que Juan se fue, Patricia llenó un tazón de agua en el baño, humedeció una toalla y limpió la frente de Pascual, luego alisó suavemente las arrugas entre sus cejas Pascual se veia un poco desaliñado en ese momento, con el cabello oscuro y humedo por el sudor, lo que le daba un aire infantil Patricia no pudo evitar sonreir ligeramente
Sin embargo, su preocupación no desaparecia. No entendia por qué Pascual, que siempre había sido tan controlado, se había dejado llevar y habia recurrido al alcohol para aliviar sus penas.
La razón por la que alguien bebe para olvidar sus penas suele ser por el estrés de la vida o el estrés emocional.
En el caso de Pascual, era claramente lo segundo. Pero ella no sabia nada sobre su pasado. Esa sensación la incomodaba.
Se dio cuenta de que se habia vuelto un poco codiciosa. Al principio, solo queria un compañero de matrimonio adecuado, pero ahora comenzaba a preocuparse por su pasado y sus sentimientos hacia otras mujeres.
